Robert Scoble habla sobre el Droid

Robert Scoble, usuario de iPhone desde hace mucho tiempo, ha comprado un Droid, y sus opiniones sobre el dispositivo resultan interesantes:

En segundo lugar, el hardware. Discrepo totalmente con CrunchGear en este aspecto. Greg Kumparak dijo que el Droid es “un magnífico ejemplo de diseño industrial de gran calidad”.

Por favor…

Es un teléfono del que un ingeniero podría enamorarse. Comparado con el iPhone o el Palm Pre, ni siquiera está al mismo nivel. La cubierta de la batería en la parte trasera lo demuestra. ¿El iPhone? Simplemente se desechó la idea de las baterías reemplazables, y con el Palm Pre se invirtió MUCHÍSIMO tiempo asegurándose de que una batería reemplazable NO implicara tener una cubierta que resultara evidente. La parte trasera del iPhone y el Palm Pre es lisa. La parte trasera del Droid no lo es. Algo así NO es un magnífico ejemplo de diseño industrial de gran calidad.

Es muy posible que Android tenga un gran futuro por delante, y personalmente me interesa mucho y me intriga. Pero sospecho que ningún teléfono Android se diseñará con la atención al detalle dedicada a un iPhone o a un dispositivo con Palm WebOS.

Estoy disfrutando muchísimo la opinión de Scoble sobre el Droid — más comentarios sobre la experiencia de usuario y menos sobre las características técnicas — aunque no puedo dejar de comentar este fragmento de sus conclusiones:

Le dije a Dave Winer que se parece mucho a Windows 3.1. Por aquel entonces el Mac era mucho mejor, pero todos sabemos que en 1995 Apple acabó teniendo un porcentaje de mercado muy pequeño comparado con Windows 95. Lo que quiero decir es que el Droid es Windows 3.1. Muestra que la tendencia está cambiando, pero ahora Google tiene que lanzar su equivalente metafórico a Windows 95. Y no es este teléfono.

Windows 95 fue un enorme avance respecto a Windows 3.1, y fue lanzado en un momento en que el liderazgo de Apple estaba debilitado y el sistema operativo Mac OS estaba estancado. Pero incluso Windows 3.1 tenía un porcentaje de mercado ingente, equiparable a un monopolio, y estoy muy seguro de que el Mac nunca superó más de un 5% de ventas en EE.UU. durante los 90. No creo que la anterior analogía sea aplicable en absoluto a la situación actual.