Kennedy ha publicado varios comentarios sobre el reportaje de ZDNet, incluido este:

¿Os importaría bajaros de la nube, abrir los ojos y daros cuenta de que se trataba de un artículo destinado a hundirme encargado por Microsoft?

(Siempre tengo mis reservas a la hora de creer que los comentarios provienen realmente de quienes los firma, así que espero que ZDNet haya verificado que los comentarios que aparecen en la discusión bajo el nombre de “Randall C. Kennedy” son realmente suyos). Más crítico con InfoWorld es este, no obstante:

1. IDG lo sabía. Galen Gruman, director ejecutivo de InfoWorld, lo sabía. Al igual que Eric Knorr. Y otras cuantas personas. Pero el pobre Gregg Keizer — eh, el tío intentaba criticar a Microsoft a cada momento, y dejó que el entusiasmo se apoderara de él. Sinceramente nunca pretendí causar ningún daño, especialmente a Gregg.

2. InfoWorld no me despidió. Fui yo quien dimitió. De hecho, hasta el sábado por la tarde seguían intentando salvar la situación. Nol querían perder esos más de 2 millones de visitas al año, que es lo que proporcionaba mi ofensiva personalidad que ellos cultivaron.

Hay que tomarse todas estas afirmaciones, incluyendo sus acusaciones sobre la complicidad de IDG, con una gran pizca de sal — es obvio que la palabra de Kennedy no vale demasiado. (Gregg Keizer es el reportero de Computerworld que solía citar al alter ego de Kennedy, “Craig Barth”, como una fuente experta sobre los problemas de rendimiento de Windows).

Por último, Kennedy afirma que está semiretirado a los 40 años de edad y que vive en Mauricio, una isla tropical del Océano Índico, famosa por ser el único hábitat conocido del dodo.