Declaraciones de Dick Brass, vicepresidente de Microsoft, sobre la cultura interna de la empresa:
Otro ejemplo: Cuando estábamos creando el Tablet PC en 2001, el vicepresidente al cargo de Office por aquellas fechas decidió que no le gustaba el concepto. El tablet debía usarse con un lápiz, y en su caso prefería de lejos los teclados a los lápices y pensó que nuestros esfuerzdos estaban condenados a fracasar. Para asegurarse de esto, se negó a modificar las famosas aplicaciones de Office para que funcionaran cómodamente en un tablet. Así que, si querías introducir un número en una hoja de cálculo o corregir una palabra en un mensaje de correo electrónico, tenías que escribir en una ventana especial, que a su vez transmitía la información a Office. Resultaba molesto, torpe y lento.
¿Os imagináis al director del equipo iWork de Apple decretando que no habrá versiones de Keynote, Pages y Numbers adaptadas para el iPad porque no le gusta el concepto?