Obviamente se trata de la respuesta pesimista a la pregunta “¿qué ocurrirá con Apple después de Jobs?”:

Palm es básicamente Apple Junior. Y si un puñado de antiguos genios de Apple no son capaces de dar caña por su cuenta con Palm, ¿cómo van a dar caña en Apple cuando no tengan a Steve?

Tiene algo de razón, en tanto que en Palm trabajan muchos antiguos empleados de Apple y, en términos de diseño y aspecto y concepto, WebOS es con diferencia la plataforma de software más afín a Apple del mundo. Pero la suposición lógica de Frommer de que los antiguos empleados de Apple que trabajan en Palm son intercambiables con los que trabajan hoy en Apple da dolor de cabeza.

Peor aún, en lo que se refiere a los móviles, el Palm de hoy — el Palm del WebOS, capitaneado por Rubinstein y repleto de antiguos empleados de Apple — no empezó a existir hasta después de que el iPhone hiciera aparición. Para simplificar las cosas podemos admitir que el equipo que hoy tiene Palm tiene tanto talento como el equipo que tiene Apple bajo el mando de Jobs, y aún así no sería suficiente para sacar a Palm del agujero desde el que comenzaron.

Como dije en mi conferencia en la reciente Macworld, es simplemente imposible saber cómo será Apple después de Jobs.