Este largo artículo del New York Times sobre la creciente rivalidad entre Apple y Google apareció mientras me encontraba en el SXSW; no tuve tiempo a hacer mucho más que mencionar la curiosa elección de describir a los empleados de Apple como los “lacayos” de Steve Jobs. (Quizás lo próximo sería “acólitos”).
Mi primera impresión del artículo basándome en los primeros párrafos fue que no tenía mucha sustancia, que era el tipo de artículo que se ve escrito con la idea “los conflictos sirven para un buen artículo, así que resaltemos cualquier rastro de conflicto que podamos encontrar”. Pero la verdad es que tiene algunos detalles de interés que eran nuevos para mí. Por ejemplo: Apple casi compró AdMob, pero Google se los quitó con una oferta más alta. Y, en lo tocante a Bill Campbell, que es copresidente de la junta directiva de Apple y consejero veterano de Google:
A pesar de que el Sr. Campbell ha intentado ser diplomático y suavizar los problemas existentes entre el Sr. Jobs y el Sr. Schmidt, su tarea no ha sido fácil. El Sr. Campbell prefirió no hacer comentarios para este artículo, pero personas conocedoras del asunto aseguran que, a lo largo del pasado otoño, tanto el Sr. Jobs como el Sr. Schmidt presionaron al Sr. Campbell para que rompiera su relación con la otra empresa, incluso a veces dándole un ultimátum para que lo hiciera.
Por último, acabaron por obligar al Sr. Campbell a elegir, y según una persona conocedora de la situación, abandonó sus responsabilidades formales en Google, aunque sigue formando a sus ejecutivos de manera informal.
Sobre las reuniones entre ejecutivos del Apple y Google durante el periodo de gestación de Android:
Muchas de esas reuniones acabaron con enfrentamientos, según personas familiarizadas con la conversaciones, con el Sr. Jobs acusando frecuentemente a Google de copiar las funciones del iPhone. Los ejecutivos de Google afirmaban que las funciones de Android se basaban en ideas existentes desde hace tiempo en la industria y que algunos prototipos de Android eran más antiguos que el iPhone.
Durante una reunión especialmente acalorada celebrada en 2008 en la sede de Google, el Sr. Jobs aseguró enojado a los ejecutivos de Google que si desarrollaban una versión del sistema multitáctil — la famosa función del iPhone que permite a los usuarios controlar sus dispositivos mediante gestos de los dedos — los demandaría. Dos personas conocedoras de la reunión la descubrieron como “feroz” y “acalorada”.
Y, por último:
Dentro de Apple y de Google, según dicen los empleados, la sensación de rivalidad es intensa y se necesita con urgencia un pacificador. “Nunca he visto nada por el estilo en toda mi vida”, explica un empleado de Apple. “Asisto a muchas reuniones en las que se dan muchos golpes bajos. Resulta extraño”.
Esa última parte, que habla sobre la creencia general de que Apple se está preparando para una guerra contra Google, concuerda con los último que he oído de varias fuentes que trabajan en Apple. Soy consciente de que los conflictos entre empresas — especialmente empresas grandes, e incluso más cuando se trata de empresas grandes e interesantes como Apple y Google — tiende a ser exagerada por la prensa, con frecuencia hasta llegar al sensacionalismo, pues los conflictos son interesantes. Pero me voy convenciendo de que no hay nada de sensacionalismo en este caso. Creo que Steve Jobs de veras ve a Google como una amenaza para el principal negocio de Apple. En realidad no importa si tiene razón o no (aunque cuando más pienso en ello, más creo que la tiene). Jobs lo cree así, y por tanto Apple va a la guerra.
De ahí la demanda contra HTC por las patentes. Todo es por Google — se trata de crear una situación en la que Android ya no sea un sistema operativo gratuito para los fabricantes de terminales en EE.UU., porque el precio de utilizarlo es una costosa defensa legal contra Apple.
Luego están los pequeños detalles. La semana pasada, por ejemplo, Apple contrató a R.J. Pittman, el director de gestión de productos de Google. Apple y Google son grandes empresas con muchos directores y gerentes; rara vez considero que las transvases de personal sean dignos de llamarse noticia. Pero, como indicó Jason Kincaid:
Habíamos oído con anterioridad que Google y Apple tenían un acuerdo de caballeros de no robarse los empleados. Está claro que ya no es así.
Básicamente. no resulta especialmente interesante que Apple haya contratado a Pittman, o que Google se haya quedado sin él, pero sí es interesante que Apple le quitara a Google un director, punto. Algo así no solía ocurrrir.
¿El caso de que retiraran la aplicación de Google Voice del App Store? La explicación más sencilla que ahora se me ocurre es que Apple la rechazara por puro afán competitivo con Google. Apple no quiere “rollos de telefonía” de Google en el iPhone.
Está claro que Google sabe dónde se está metiendo. Esta noticia aparecida en The Times el miércoles cuenta que Google, que está colaborando con Intel y Sony, también está preparando un producto que compita con el Apple TV (y por ende con la tienda de vídeo del iTunes Store). La sociedad oficiosa que Apple y Google forjaron hacen una década creció durante un tiempo en que las dos empresas estaban centradas en mercados muy diferentes. Ahora tienen sus miras en los mismos mercados para la próxima década: los dispositivos móviles y el entretenimiento. Algo así como la informática post-PC, por decirlo de algún modo.
Más aún, sospecho que ha pasado la oportunidad de hacer las paces. La guerra fría se ha acabado y la guerra real ha dado comienzo. Se puede discutir sobre si el pacto fue incumplido por Google con su Nexus One o por Apple con la demanda por patentes contra HTC, pero a día de hoy ya está en marcha.
Apple se enfrenta a más decisiones que Google es una guerra como esta, porque Apple tiene productos que emplean servicios de Google; Google no tiene productos que empleen servicios de Apple. ¿Los rumores de que Safari y/o MobileSafari podrían dar el salto a Bing como motor de búsqueda por defecto? Ahora les doy más credibilidad. Los problemas que Apple tiene en ese frente son (a) que Microsoft está igual de decidido que Google a competir con el iPhone; y (b) que Bing, por mucho que los mejoren, no es un motor de búsqueda tan bueno como Google.
No creo que Apple cree su propio motor de búsqueda, pero quizás sí que estén creando su propio servicio de mapas — de ahí su compra de PlaceBase el pasado Julio.
Quizás la analogía de la “guerra” sea algo exagerada. Pero la situación ha sobrepasado el nivel habitual de de energía competitiva. Las demandas por patentes no son habituales. Quitarse empleados no es algo habitual. Obligar a un consejero compartido por las dos empresas como Bill Campbell a elegir un bando no es algo habitual. Los comentarios vertidos por Jobs durante una conferencia dirigida a la empresa en pleno el pasado mes, muy repetidos por los medios (“No os equivoquéis, Google quiere acabar con el iPhone”), no son habituales. Las declaraciones de Eric Schmidt afirmando que el iPad es “un iPhone grande” no son algo habitual.
No sé qué esperar que ocurrirá a continuación, salvo que las cosas se pongan más feas.