Observaciones y reflexiones breves sobre Windows Phone 7

Han dejado de cavar

Bien por Microsoft por empezar de cero con un interfaz realmente nuevo y nuevas APIs de desarrollo. Hay un viejo refrán que dice: si estás en un hoyo, deja de cavar. Microsoft se encontró en un hoyo en cuanto Apple presentó el iPhone, pero siguió cavando tres años más. Mejor tarde que nunca, al menos.

El interfaz de usuario de Zune

Casi cualquier interfaz de usuario nuevo sería mejor que el actual interfaz de usuario de Windows Mobile. Pero basar el nuevo interfaz de Windows Phone 7 en el Zune obliga a preguntar porqué piensan que va a resultar mejor que, en fin, el Zune.

La palabra ‘Phone’ en la marca

Cambiarle el nombre a la plataforma de “Windows Mobile” a “Windows Phone 7 Series” lo hace aún menos aplicable que nunca a dispositivos que no sean teléfonos, como el iPod Touch. Creo que el iPod Touch el activo más fuerte de la plataforma iPhone OS. Se puede argumentar que los teléfonos como el Nexus One y el Pre Plus son dignos rivales del iPhone 3GS, pero el iPod Touch no tiene ningún rival. Ahora bien, es cierto que el sistema operativo móvil de Apple también tiene la palabra “phone” en su nombre, así que imagino que no hay motivo para que no se pueda fabricar un dispositivo móvil que no sea un teléfono y que funcione con el sistema operativo “Windows Phone”, pero me parece algo falto de previsión. La única explicación lógica que se me ocurre es que Microsoft sólo prevé vender licencias de su sistema operativo para su uso en teléfonos, y vayan a sacarse un Apple de la manga con dispositivos que no sean teléfonos que usen esta plataforma a través de la marca Zune.

El ‘Windows’ en el nombre

La principal pregunta respecto a la marca: ¿por qué llamarlo “Windows” lo-que-sea? Si Microsoft quiere empezar de cero, ¿por qué no usar un nombre nuevo sin la palabra “Windows”? Creo que esto demuestra la perversa obsesión de Microsoft con “Windows”. No tienen forma de aprovechar su monopolio en los PCs con el sistema operativo Windows y extenderlo a los dispositivos móviles aparte del nombre, así que han decidido conservarlo. Ni siquiera tiene sentido desde un punto de vista literal. El sentido del nombre “Windows” es que tiene que ver con un sistema cuyo interfaz de usuario giraba en torno al concepto de mostrar ventanas en pantalla. No hay ventanas en el interfaz de Windows Phone 7 (tampoco hay menú Inicio en el interfaz de WP7; ahí quedaba el parecido del los interfaces de usuario de Windows (para los PCs) y Windows Mobile).

Un nuevo nombre que no incluya la palabra Windows le permitiría a Microsoft usar un número de versión 1.0. Creo que el “7” en “Windows Phone 7 Series” perjudica su mensaje de que parten de cero y se olvidan de Windows Mobile 6 y anteriores versiones. El 7 implica “nueva versión de lo de siempre”, que no les interesa en absoluto porque lo de siempre es poco apreciado y no goza de popularidad. Algo nuevo que parte de una versión 1.0 también habría evitado preguntas incómodas sobre por qué los teléfonos ya a la venta no podrán actualizarse al nuevo sistema cuando éste aparezca.

El Efecto Osborne

El que (a) no se prevea la aparición de dispositivos con Windows Phone 7 hasta muy entrado el año (y pensad en lo que ocurriría si la fecha se retrasa); y (b) que los teléfonos actuales con Windows Mobile 6.5 no se podrán actualizar sugiere que los teléfonos con Windows no van tener un buen año de ventas. Las ventas de Windows Mobile y su cuota de mercado ya estaban descendiendo de forma muy acusada; el Efecto Osborne no va a ser de ayuda.

Quizás a largo plazo no importe lo poco que se vendan los terminales con Windows Mobile entre la fecha actual y el debut de los terminales con Windows Phone 7. Pero por otra parte, lo último que Microsoft necesita en las semanas y meses que quedan hasta la aparición de los nuevos dispositivos es que aparezcan noticias negativas sobre la caída de las ventas de “Windows Mobile” (otro motivo por el que habría sido una buena idea emplear un nuevo nombre de marca).

El triunfo del diseño del iPhone

Cuando el iPhone hizo su aparición, no había ningún teléfono basado en una gran pantalla táctil que gozara de una gran popularidad. Hoy día, casi todos los nuevos smartphones comparten el mismo diseño básico: una pantalla táctil de unas 3,5 pulgadas (las BlackBerries sin pantalla táctil son la principal excepción). Muchos de ellos incluyen un teclado físico, pero el punto de partida es la pantalla táctil. El software de Windows Phone 7 no se parece al del iPhone. Pero el hardware es básicamente un iPhone con dos botones extra (Volver y Buscar). Una ventaja que podría tener Windows Phone 7 sobre Android es que WP7 se diseñó de acuerdo a este formato — la pantalla táctil grande — como punto de partida. Los principales teléfonos con Android disponibles en el mercado tienen también este diseño, pero el propio sistema operativo Android se diseñó para ser lo suficientemente abstracto como para que no necesite en absoluto una pantalla táctil. Esto ha perjudicado a en cosas como la edición de texto, que requiere el uso de un trackball o de una cruceta de dirección en lugar de emplear un interfaz totalmente táctil.

¿Qué competencia tiene?

Las tres grandes plataformas móviles actuales son iPhone, BlackBerry y Android (sois libres de añadir a Nokia como la cuarta). Creo que Windows Phone 7 compite principalmente con Android porque tiene el mismo modelo de negocio: distribuir licencias de su sistema operativo a los fabricantes de hardware OEM. Incluso compiten por atraer la atención de los mismos fabricantes, sobre todo HTC. Google lleva varios años ganándole terreno a Microsoft con sus servicios gratuitos (o casi gratuitos): Google Docs contra Office, Gmail para Empresas contra Exchange, y muy pronto Chrome OS contra Windows. Pero este enfrentamiento, Android contra Windows Mobile, es el primero en el que Google parece destinado a llevar la delantera. Windows Phone 7 no sólo tiene que ser mejor que Android, tiene que ser suficientemente bueno para convencer a los fabricantes de que merece la pena pagar las licencias.