Michael Wolff:
La razón que se ha hecho saber por la que han rechazado mi aplicación gratuita es que Apple exige “suficiente cantidad de contenidos que resulten atractivos a un gran público”. Dejando de lado el hecho de que esta limitación impediría que cualquier aplicación con contenidos especializados pueda aparecer en el App Store, también es una norma bastante ridícula. Por ejemplo, tengo más lectores de las columnas que escribe online que las que escribo en Vanity Fair — ¿entonces Vanity Fair se quedaría fuera?
Nos encontramos en una situación en la que Apple está creando un sistema de distribución de libros y publicaciones periódicas — en cierto modo no es diferente de un quiosco o una librería — que está sugiriendo controlar a su antojo, sin explicación, sin normas y sin ayuda para los autores.
No lo entiendo. Estuve viendo la versión para Android de su aplicación, y se trata de un lector RSS especializado que sirve para leer las columnas de Wolff, con anuncios provinientes de AdMob. Hay decenas de aplicaciones como la suya en el App Store.