“Abierto” es uno de esos términos cuyo significado difiere enormemente entre una persona y otra. No obstante, casi todo el mundo estará de acuerdo en que la distinción entre abierto y cerrado es un continuo — una serie de tonalidades de gris, no sólo blanco y negro. Un gris lo suficientemente claro se interpreta como “abierto”, si es muy oscuro se considera “cerrado”. Las discusiones son por dónde situar las fronteras entre uno y otro.
You, por ejemplo, diría que el HTML5 es abierto, y que Flash no lo es. Para mí, el HTML5 es abierto porque ningún proveedor individual define o controla sus especificaciones o sus múltiples implementaciones. Las especificaciones se redactan y acuerdan mediante el consenso entre dos organizaciones dedicados a los estándares, WHATWG y el W3C. Hay quien critica las especificaciones del HTML5, al igual que el proceso empleado para crearlo y el poder concedido a Ian Hickson, editor de WHATWG. Pero no se puede contentar a todo el mundo. La conclusión es que los cinco principales creadores de navegadores web — Microsoft, Mozilla, Google, Apple y Opera — coinciden en que HTML5 es una especificación abierta. No es fácil que los cinco estén de acuerdo en demasiadas cosas.
El argumento de Adobe de que Flash es abierto se basa en gran medida en que han publicado las especificaciones del formato de archivo SWF, y que en Mayo de 2008 Adobe eliminó la restricción incluida en la licencia de la época de Macromedia que prohibía la creación de software que reprodujera contenidos en formato SWF. La existencia de estas especificaciones sin duda hace que el formato SWF sea más abierto que si no fuera así. Pero ¿tanto como para calificar a Flash como una tecnología abierta?
Un argumento contra tal cosa sería que incluso una implementación funcional y completa de todo lo incluido en las especificaciones publicadas por Adobe sólo serviría para crear un reproductor de Flash que no funcionaría con buena parte de los contenidos más populares hechos en Flash. Christina Warren escribía ayer lo siguiente en Mashable:
Aunque Adobe puede decir que ciertos elementos de Flash (a través de su Open
Screen Project) sin duda son de código abierto, el propio Flash no es un estándar abierto. A pesar de que Adobe cita varias implementaciones de código abierto en su documento “truth about Flash” (la verdad sobre Flash), como Gnash — una alternativa a Flash de código abierto — estas versiones no pueden equipararse con las alternativas de código privado porque no están disponibles ciertas partes de Flash que tienen que ver con el DRM y otros controles de contenidos. Si no, preguntad a los usuarios de XBMC del Reino Unido que ya no pueden reproducir contenidos del iPlayer de la BBC.
Creo que lo mismo ocurre con cualquier contenido Flash con protección DRM, como por ejemplo Hulu. No es que las implementaciones no creadas por Adobe no funcionen, es que no pueden funcionar.
Pero dejemos esto de lado. Normalmente me resulta útil dar algo por sentado y ver adónde conduce esta suposición. Así que demos por sentado que Flash es “abierto” porque Adobe ha publicado las especificaciones parciales del formato de archivo SWF 10.
Microsoft publicó las especificaciones del formato de archivo OOXML usado en su paquete de aplicaciones Office. Y no sólo publicaron las especificaciones, además las enviaron a una organización muy respetada dedicada a la creación de estándares para la industria, y ahora ya son estándares ISO.
Las especificaciones de Flash publicadas por Adobe no se han remitido a ninguna entidad dedicada a los estándares, y por supuesto no han sido aceptadas por ninguna de tales organizaciones, por lo que cualquiera que crea que Adobe Flash es abierto estaría de acuerdo en que Microsoft Office es aún más abierto.