Kontra:
Nuestros museos no son almacenes gigantescos en los que se guardan objetos artísticos de forma indiscriminada, y nuestras revistas y blogs no son contenedores amorfos de artículos seleccionados al azar. Nuestras aulas, restaurantes, hospitales y desde luego todas nuestras instituciones civilizadas dependen en gran medida de algún tipo de criterio de selección. El objetivo debería ser que los responsables de esta selección compitan entre ellos, no que tal selección sea declarada ilegal y maldita por los fanáticos de lo “abierto”.