Paul Thurrott escribió ayer lo siguiente:
Con sus defectos y todo, el iPad está en su propia categoría. Es una nueva clase de ordenador.
Thurrott de nuevo, esta vez el 3 de abril:
Quienquiera que piense que [el iPad] va a ser una revolución es un capullo.
Supongo que podría decirse que tenía razón en ambos casos.
Un poco más de su último artículo:
Cuando vas por ahí sólo con un iPad, estás diciendo que no quieres contribuir. Estás nada más que para consumir. Es por esto por lo que el iPad me parece totalmente inapropiado en el lugar de trabajo.
El viejo argumento de “es para consumir como un zombi, no para crear”.
Y si uno presenta el iPad como la nueva generación de una categoría de dispositivos que en su momento incluyeron al Tablet PC y al PC ultraportátil (UMPC), alguien mencionará la imposibilidad de usar un lápiz con el iPad, la falta de funciones de reconocimiento de escritura manual y la imposibilidad de usarlo como un PC normal. (Y por supuesto la mayoría de los usuarios de Apple ni siquiera saben que Microsoft y sus socios llevan ya una década innovando en este mercado).
Microsoft mostró el camino hacia el iPad, pero es que no tenían nada a la venta ni en proyecto que compita con él.