Ganar

Escribía yo esto la semana pasada:

Lo que me parece interesante es que Sprint ha admitido tácitamente que está en desventaja competitiva al no poder ofrecer el iPhone. Me parece algo obvio, por supuesto, y posiblemente la mayoría de mis lectores habituales pinsen igual. Pero , ¿cómo concilian esto los partidarios de Android con su insistencia en que Android está “ganando”?

Aaron Pressman asegura que fui “obtuso a propósito”:

Algunos clientes quieren comprar un iPhone pero Sprint no se lo puede vender. Otros clientes quieren comprar un teléfono Android y Sprint sí se lo puede vender. La verdad es que hay más personas que compran teléfonos Android que personas que compran iPhones. Pero sigue habiendo mucha gente que compra iPhones. Si Sprint pudiera vender Coca Cola pero no Pepsi, perderían parte de los clientes aunque Coca Cola sea la marca dominante. Es que, vamos. No seas tan capullo.

Pressman tiene razón en cierto modo. Fui demasiado frívolo con esta cuestión. Lo que quería decir con “ganar” necesita más contexto.

De lo que hablo es del argumento de que Android es, más o menos, el nuevo Windows1 —que lo que Windows fue para la industria de los ordenadores personales en la década de 1990, Android lo será en la industria móvil en la década de 2010. Desde luego no todos los defensores de Android suscriben esta teoría, pero es bastante común.

Tened presente lo que Windows le hizo a la industria de los ordenadores personales. Acabó con todas las plataformas competidoras salvo una, el Mac, y dejó al Mac con poco más de un nicho del mercado general. Cuando digo que Android no está “ganando” no quiero decir que no le esté yendo bien o que no esté creciendo, lo que quiero decir es que no está relegando a iOS a una porción del mercado de un tamaño parecido a la que el Mac tenía en los 90.

Ahora diré una obviedad: si hay personas que quieren comprar un iPhones y no van a aceptar ningún sustituto, cualquier operador que no venda el iPhone no conseguirá ninguna venta con esas personas. Lo mismo se podía aplicar al Mac, digamos a principios de los 90, en las tiendas de informática. Pero hay un gran orden de magnitud de diferencia en el número de personas que hoy quieren un iPhones y las que querían un Mac en aquella época.

Las tiendas de informática que no vendían Macs en los años 90 no tenían una desventaja significativa respecto a las que sí los vendían. Lo que hizo Windows fue destruir a la mayoría de sus competidores, y redujo a los supervivientes a una relevancia marginal. Los Macs suponían solo un pequeño porcentaje del número total de ordenadores personales vendidos, pero la mayor diferencia entre aquella época y el momento actual es que los Macs suponían también un porcentaje muy pequeño de los beneficios obtenidos por la industria de los ordenadores personales en conjunto.

El iPhone, por otra parte, actualmente acapara dos tercios de los beneficios totales de la industria de la telefonía móvil. Los operadores móviles necesitan tener el iPhone ya. Las tiendas de informática no necesitaban el Mac.

Es fácil escoger las cifras que a uno le interesan para respaldar la teoría que nos interesa. Así, si uno apuesta por que Android domine la industria, es tentador centrarse en el porcentaje de unidades vendidas, y atribuirle una dominación similar a la de Windows debido al gran número de unidades vendidas. Pero también se le puede dar la vuelta y argumentar que, porque yo apoyo al iPhone, escojo los datos que me interesan para respaldar lo que quiero que ocurra —y así, diría que lo que importa es el porcentaje de los beneficios, no el número de unidades vendidas, solo porque esa es la cifra que hace quedar mejor a Apple.

Pero creo que tengo muchas posibilidades de tener razón. El dinero es la forma de saber quién va ganando, porque es lo único sobre cuyo valor todo el mundo está de acuerdo. Eso es el dinero. La plataforma Wintel dominó todos los aspectos — cuota de mercado market y porcentaje de los beneficios. Ahí es donde se concentraban casi todos los beneficios de la venta de hardware, y es donde se concentraban también casi todos los beneficios de la venta de software. Una gran cuota de mercado sin beneficios es una victoria pírrica.

No digo que iOS sea el nuevo Windows; lo que digo es que no hay ningún Windows en la esfera móvil2. El mercado actual es fundamentalmente distinto. Android está triunfando en términos de cuota de mercado en el mercado de los teléfonos móviles. A iOS le va muy bien en términos de cuota de mercado, y domina en términos de porcentaje de los beneficios. Ambas plataformas estás teniendo éxito, si bien de forma muy distinta. La analogía de Pressman sobre la Coca Cola y la Pepsi es poco apropiada, pero sobre todo no se sostiene porque Coca Cola y Pepsi tienen exactamente el mismo objetivo, y compiten entre ellas en los mismos términos: vender refrescos por dinero. Google y Apple, por otra parte, juegan a juegos muy distintos con Android y iOS.

Pero acabaré con esto: con su compra de Motorola, Google parece mucho más interesada en jugar al juego de Apple que en lo contrario.


  1. Quizá debería decir “DOS/Windows” en lugar de simplemente “Windows”, porque siempre he creído que Microsoft garantizó su dominación de la industria de los oredenadores personales en la era del DOS. Fue con Windows cuando las ventas de ordenadores personales se dispararon, pero Microsoft llegó a una posición de dominación en el mercado de los sistemas operativos gracias a DOS. ?

Se puede decir que, aunque iOS nunca alcanzará un monopolio del mercado de los teléfonos móviles como el que logró Windows, podría conseguirlo en el mercado de los tablets. Pero creo que, en esencia, tablets como iPad son solamente ordenadores portátiles. Los tablets son un segmento de la industria de los ordenadores, no una industria en sí mismos. Aunque quizá esté subestimando la magnitud del iPad. ?