Metro

No creo que cuando Microsoft asegura que se trata de “Windows reinventado” estemos ante una hipérbole. Pero no es tanto que Windows 8 sea Windows reinventado, sino que Metro es Windows reinventado. Es realmente un concepto totalmente nuevo sobre el aspectoy el funcionamiento que debería tener el interfaz de un ordenador.

Metro es a Microsoft lo que iOS es a Apple —creados desde cero y sin acarrear equipaje ni expectativas del pasado. El “escritorio” de Windows 8, el interfaz tradicional de Windows, es como Mac OS X. La gran diferencia, obviamente, es que Apple ha separado claramente ambos sistemas operativos, pero Microsoft los ha juntado.

El escritorio de Windows 8 no me interesa mucho más que lo que me ha interesado Windows en general hasta ahora, pero Metro es definitivamente interesante. Hasta ahora he pensado que prefería que Microsoft hubiera mantenido Metro de forma independiente como un sistema operativo de nueva generación, separado de Windows (al igual que con Windows Phone, el nombre “Windows” ya ni siquiera es pertinente, ya que el interfaz Metro no usa, ya sabéis, ventanas1). Me obsesiona la cuestión de cómo podría competir con el iPad un sistema operativo que te permite hacer todo lo que hace Windows, precisamente porque el atractivo y el éxito del iPad en gran medida nace de las ventajas que implica no poder hacer muchas de las cosas que se pueden hacer con Mac OS X.

Un gran ejemplo: en Mac y en Windows, siempre hay un montón de cosas funcionando en segundo plano. Una vez iniciada, las aplicaciones siguen ejecutándose, consumen tiempo del procesador, y reservan memoria RAM hasta que el usuario las cierra. En el iPad hay muy pocas cosas funcionando en segundo plano —únicamente servicios esenciales del sistema— y las aplicaciones no consumen tiempo del procesador y acaban por ser eliminadas de la RAM cuando no están en primer plano. Estas restricciones evitan que el iPad pueda hacer muchas de las cosas que puede hacer un Mac. No se puede usar un iPad como servidor de contenidos multimedia. No se puede compartir la pantalla no iniciar sesión en un iPad de forma remota. No se puede usar un iPad como servidor web. Una aplicación para iPad no puede realizar una tarea complicada en segundo plano mientras uno hace otras cosas en primer plano. Pero un iPad funciona durante más de 10 horas con una sola carga, tiene una batería ligera y nunca se calienta.

Compromisos. Compromisos mutuamente excluyentes. Se requieren dispositivos independientes. No se puede obligar a las aplicaciones para Mac que se amolden a las restricciones de procesamiento de iOS sin eliminar todas las cosas beneficiosas y útiles que esperamos que los Macs hagan en segundo plano. Se le puede pedir a las aplicaciones para Mac que se comporten como aplicaciones para iOS, que es lo que hace la función de Lion de cierre automático, pero es opcional. Y no se les puede dar a las aplicaciones para iOS ni siquiera la opción de ejecutarse de forma continua en segundo plano sin perjudicar la duración de la batería y el rendimiento de la aplicación que se ejecuta en primer plano. Pero así es como ha promocionado Microsoft al interfaz Metro para tablets —un interfaz táctil moderno que acarrea el mismo consumo de procesador y de memoria RAM que el Windows que conocemos. Esa actitud de querer estar en el arroz y las tajadas es lo que no entendí al ver que Microsoft anuncia Metro como su respuesta al iPad.

Pero mientras veía la presentación de Metro que Jensen Harris realizó en el congreso Build se me ocurrió que Microsoft podría estar diciendo verdades a medias. Es tan evidente que no se puede estar en el arroz y en las tajadas con dispositivos similares al iPad. Así que mi gran momento de iluminación es este: creo que Metro solo funcionará junto al escritorio tradicional de Windows en PCs con procesador Intel. En dispositivos ARM solo estará disponible Metro. Puede que Microsoft lo llame “Windows”, pero es que llaman a todo “Windows”. Para expresarlo en términos relativos a Apple, será como si Mac OS X pudiera ejecutar aplicaciones para iPad, pero los iPads solo pudieran ejecutar aplicaciones para iPad. Metro en todos los dispositivos, no Windows.

Microsoft no ha admitido tal cosa (al menos que yo sepa), pero sí que parecen dar indicios sobre ello:

Durante su conferencia en el congreso Build de Microsoft para desarroladores, el director de Windows Steven Sinofsky desscartó directamente la posibilidad de que la empresa vaya a ofrecer en Windows 8 sobre ARM compatibilidad con aplicaciones antiguas de Windows.

“No vamos a portar el catálogo de aplicaciones para x86 a ARM. No pueden aprovechar las cosas que hacen que ARM sea una magnífica arquitectura”, dijo, refiriéndose al bajo consumo energético de los procesadores ARM en dispositivos móviles como tablets.

Había interpretado las declaraciones de este tipo como si quisieran decir que no van a ofrecer emulación de software x86 sobre ARM, al estilo de lo que hacía Rosetta (no siquiera estoy seguro de que tal cosa sea posible, en términos de rendimiento, si bien tampoco creí que Rosetta fuera posible), pero que los programadores podrían recompilar aplicaciones tradicionales de Windows para el procesador ARM. Ahora creo que lo que quieren decir es más profundo: que sobre ARM, Metro será el único interfaz de Windows.

Merece la pena decir que Metro es mucho más que un nuevo aspecto, y mucho más que dar preferencia al interfaz táctil. Las aplicaciones para Metro tienen restricciones similares a las aplicaciones para iOS apps. Según Jensen Harris, por ejemplo, las aplicaciones para Metro dispondrán de “unos cinco segundos” después de que ya no estén en pantalla antes de que el sistema las sitúe en un estado de suspensión. No hay gestor de archivos. Los usuarios ya no cierran (o “salen”, como se dice en Windows) las aplicaciones de forma explícita. ¿Os suenan familiares estas concesiones?

Por tanto, por la presente enmiendo mi análisis. Windows 8 con el escritorio completo de Windows nunca será un rival para el iPad. Pero una versión de Windows 8 sin otra cosa que Metro parece un magnífico diseño para un rival que compita con el iPad.


  1. Pensando en ello, ¿no es window (ventana) una palabra extraña para algo que conocemos como zonas móviles, apilables y redimensionables en un interfaz de usuario? Aparte de ser rectangular no se parecen a las ventanas reales en absoluto. Supongo que son como una ventana metafórica hacia tus contenidos, pero es algo retorcido. Estoy atravesando uno de esos momentos en los que una palabra familiar de repente suena totalmente extraña e inapropiada. ?