Charlie Savage informa para el New York Times:
Básicamente, los funcionarios gubernamentales quieren que el Congreso exija a todos los servicios que posibilitan la comunicación — incluyendo a sistemas de envío cifrado de correo electrónico como los BlackBerry, redes sociales como Facebook y software que permita el envío de mensajes de forma directa como Skype — que permitan técnicamente las escuchas y los pinchazos ante una orden judicial. El mandato obligaría a disponer de la capacidad de interceptar y descodificar mensajes cifrados.
Esperemos que esto no prospere. Dejaré que Ben Franklin hable por mí: “Quienes están dispuestos a renunciar a libertades fundamentales a cambio de una breve seguridad no merecen ni esa libertad ni tal seguridad”.