Larry Rohter escribe para el New York Times sobre la autobiografía no editada de Mark Twain unexpurgated autobiography:
Ya se lamente por las intervenciones miltares de Estados Unidos en el extranjero o propine puyas a los magnates de Wall Street, este Twain es sorprendentemente contemporáneo. Aunque la autobiografía también contiene sus dosis de relatos sencillotes, algunas de sus reflexiones sobre la vida en los Estados Unidos son tan agudas — en cierto punto Twain se refiere a los soldados estadounidenses como “asesinos uniformados” — que sus herederos y editores, al igual que el propio autor, temieron que pudieran dañar su reputación si se publicaban.
“Deben eliminarse todas las opiniones válidas y cuerdas de las ediciones primera, segunda, tercera y cuarta”, les indicó Mark Twain en 1906. “Puede que haya un mercado para ese tipo de cosas dentro de un siglo. No hay prisa. Esperad y ya veréis”.