Andy Zaky escribe para Fortune:
A pesar de que Amazon sigue operando a un nivel muy alto — ayer informó sobre un crecimiento de las ventas del 39% y un incremento de los beneficios del 16%, datos mejores que los previstos — las acciones siguen negociándose a un enorme coeficiente de rendimiento por acción de 67. Esa cifra es más del triple del coeficiente de 20,1 de Apple, o el de Google, de 24,6. Aún resulta más llamativo que la empresa opere a 2,31 veces su ritmo de crecimiento previsto para 5 años, lo que indica que las acciones están por encima de su valor. Lo ideal es que una empresa no opere a más un 1:1 de coeficiente PEG a menos que la empresa tenga un historial sólido (como ocurre con Apple) o haya superado con creces las previsiones de los analistas.