Paul Thurrott:
Los dispositivos compatibles (no todos los teléfonos con Windows Phone 7 serán ampliables) incluirán una ranura para tarjetas micro-SD, que, según las exigencias de Microsoft debe situarse bajo la tapa de la batería (esto es, junto a la batería) y no será accesible desde el exterior. Esto es así porque esta funcionalidad no se ha diseñado para intercambiarse de forma instantánea, ni para usarse desde un PC ni nada por el estilo. En lugar de ello, el almacenamiento en el micro-SD funcionará en de forma conjunta con el almacenamiento disponible dentro del dispositivo. Entonces, digamos que compras un dispositivo con 8 GB de almacenamiento interno y una ranura vacía para micro-SD. Podrías añadir una tarjeta de memoria (de entre 8 y 32 GB de capacidad) para expandir de forma drástica el almacenamiento (hasta los 40 GB).
Lo que no se puede hacer es intercambiar la tarjeta sin resetear el dispositivo por hardware. Esto ocurre porque el almacenamiento de la tarjeta y el almacenamiento interno están mezclados y el sistema operativo no los distingue. No hay forma de saber dónde se ha almacenado algo (una aplicación, una canción o lo que sea), y si extraes la tarjeta, el teléfono se quejará. Y no podrás leerla en el PC, así que no podrás usarla para transferir contenidos desde la tarjeta al PC o viceversa.
Al principio pensé que sería un error. ¿Por qué permitirlo siquiera? Pero si uno lo piensa, la verdad es que parece un compromiso razonable. Es algo avanzado que los usuarios avanzados no pueden toquetear cuando compran un nuevo dispositivo, pero que los consumidores normales nunca notarán y de lo que nunca tendrán que preocuparse.