La ventaja que Apple tiene con los precios

A principios de esta semana enlacé a este artículo de Larry Dignan sobre el precio de los tablets. Dignan escribía lo siguiente:

Cuando el presidente de Apple, Steve Jobs, presentó el iPad, no resultaba evidente lo competitivos que eran los precios de estos nuevos dispositivos. Ahora lo sabemos porque los tablets con Android y otros tablets que compiten contra el iPad no son capaces de igualar su precio.

En mi reseña del artículo, escribí lo siguiente:

Apple por fin ha conseguido darle la vuelta a lo que se contaba sobre sus precios. Solía culparse a Apple de que sus productos tenían un precio excesivo. Hoy en día, incluso dejando a un lado la calidad, los competidores no pueden igualar los precios de Apple.

Esto no ocurre al comparar Macs con PCs que usan Windows. El salto a procesadores Intel ha hecho que los precios de los Macs sean más competitivos con los de los PCs, si comparamos hardware de características similares, pero la gran mayoría de los PCs que se venden no se pueden comparar con los Macs en términos de calidad de hardware y diseño. Es razonable decir que un PC típico cuesta bastante menos que un Mac típico. Ya volveré a los PCs, pero por ahora consideremos sólo los dispositivos de electrónica de consumo: iPods, iPhones y iPads.

Los teléfonos son un caso curioso debido al subsidio de los precios. Cuando le compras un iPhone 4 por 199 dólares a AT&T, en realidad no lo estás comprando por 199 dólares, porque firmas un contrato caro de dos años. Pero si miramos el precio del teléfono sin subsidio — véase la letra pequeña en la parte inferior de la página de comparativa del iPhone de Apple — se pueden ver los precios reales: 599 dólares y 699 dólares por los modelos de 16 y 32 GB, respectivamente.

Estos precios quedan bastante bien parados con la competencia. El Samsung Galaxy S — una buena opción para el título de “mejor teléfono Android del mercado” (veremos si la semana que viene sigue siendo cierto) — cuesta unos 600 dólares comprándolo libre en Amazon, y sólo tiene 8 GB de capacidad de almacenamiento incluido. El HTC Desire cuesta algo menos de 600 dólares. El Nexus One de Google, mientras estuvo a la venta, costaba 529 dólares.

Ahora bien, hay algunas diferencias si consideramos el precio con subsidio. Hay ofertas de dos por uno para muchos terminales Android; no existen tales ofertas para el iPhone. El HTC Droid Incredible, sin contrato, cuesta 530 dólares en Amazon. Con un contrato nuevo de dos años con Verizon, no cuesta nada. Estos subsidios tienen que ver con que la plataforma Android es vista como una mercancía comercial, y con la competición despiadada entre los fabricantes de terminales Android que compiten entre sí. Los precios sin subsidio dejan claro, sin embargo, que no venden a la baja para competir con el iPhone.

(Diría que los menores precios con subsidio de muchos teléfonos Android comparados con el iPhone en realidad vienen dados por la relativa desventaja de negociación de los fabricantes de terminales con respecto a los operadores. Un operador que quiera el iPhone tiene una sola opción: negociar con Apple. Un operador que quiera ciertos terminales Android de calidad puede enfrentar a HTC, Samsung, LG, Motorola, y a quien sea, entre ellos).

Ahora pensemos en los iPods tradicionales (los modelos anteriores al Touch). Nueve años después, el iPod sigue siendo el reproductor digital de música más vendido del mundo, con diferencia. Se pueden encontrar más baratos, pero no mucho.

El mejor ejemplo de la ventaja de Apple con el precio, no obstante, es el iPod Touch. Me encantaría comprar un dispositivo con Android por 229 dólares que fuera el equivalente al iPod Touch — esto es, algo que básicamente sea un teléfono Android de gama alta, pero sin el teléfono (y sin el contrato). Después de tres años y 30 ó 40 millones de iPod Touch vendidos, sigue sin haber tal dispositivo Android. Sospecho que el principal motivo es que ningún otro fabricante de terminales se puede permitir fabricarlo (también sospecho que el precio relativamente bajo del iPod Touch sugiere que Apple podría permitirse cobrar mucho menos por los iPhones que vende libres y sin subsidio).

Por último, pensemos en el iPad. La primera tanda de tablets de la competencia llevan pantallas de 7 pulgadas. Dicen que es porque creen que es un tamaño más apropiado. Steve Jobs, durante su aparición en la última presentación de resultados financieros trimestrales de Apple, dijo que es porque las pantallas de 7 pulgadas son más baratas, y que nadie puede permitirse igualar el precio del iPad con una pantalla táctil de un tamaño parecido. Dado que Verizon vende el Galaxy Tab por 599 dólares — sólo 30 dólares más barato que el iPad equivalente — me creo más la explicación de Jobs.

iPods, iPhones, iPads. En todos ellos, los precios de Apple son comparables, o incluso menores, que los de su competencia.

Entonces, ¿qué diferencias hay entre estos dispositivos y la industria de los ordenadores personales? Unas cuantas, y todas ellas juegan a favor de Apple.

En primer lugar, Apple es el principal comprador mundial de un componente preciado y caro: memoria flash. Consiguen mejores precios y disponibilidad de los proveedores. También disfrutan de ventajas en las compras de grandes cantidades de otros componentes — pantallas LCD táctiles, chipsets de red inalámbrica, etc. — pero la memoria flash es lo más volátil, y el producto del que Apple se hs declarado el principal comprador del mundo. Además, Apple es una maravilla de eficacia de funcionamiento. Intentad encontrar a alguien, donde sea, que no haga sino alabar efusivamente el trabajo de Tim Cook como director operativo de Apple.

Pero hay otro importante factor en juego, que creo que es más importante que los descuentos por compra de grandes cantidades de un producto. Se trata del diseño y la calidad de fabricación. Los competidores de Apple en el segmento de la electrónica de consumo intentan, al menos de momento, competir a un nivel superior con respecto al diseño. HTC, Motorola, Samsung — sus productos Android están bien diseñados y fabricados. Se puede decir que no son tan buenos como los productos de Apple, pero están en el mismo terreno.

Sin embargo, con los PCs, los fabricantes de PCs para el mercado masivo siempre se han contentado con fabricar productos muy por debajo de los estándares de Apple de diseño y calidad, y los consumidores se contentaban (y en su mayoría siguen contentándose hoy en día) con comprarlos.

Los PCs, sobre todo antes, se comparaban según sus características técnicas. Muchísimos PCs se han vendido a personas que ni siquiera se miraban la carcasa — sólo las características técnicas. Así no es como funciona la electrónica de consumo. Nadie sabe qué tipo de CPU tiene su teléfono (con “nadie” me refiero a la “gente normal?”). Apple ni siquiera publica las características del procesador de sus dispositivos iOS, ni hacen pública la cantidad de memoria RAM que tienen.

Volviendo a los ordenadores, se puede decir que un típico Mac cuesta más que un típico PC con Windows. Lo mismo no es cierto con los dispositivos móviles, lo que significa que Apple puede competir principalmente en factores como el diseño, experiencia de usuario, e imagen de marca. En resumen, el floreciente mercado de la informática móvil tiene mucho más en común con el mercado tradicional de la electrónica de consumo que con la industria de los ordenadores personales1, y esto es algo que redunda enormemente en beneficio de Apple.


  1. La estrategia “PlaysForSure” que ?Microsoft definió en 2004 para los reproductores MP3 era claramente un intento de llevar una estrategia propia de los ordenadores personales a la electrónica de consumo. Innumerables expertos y analistas creían que “le haría al iPod lo que Windows le hizo al Mac”. PlaysForSure fracasó estrepitosamente.